jueves, 22 de enero de 2009

El tiempo (meteorológico) en Europa

Es una puta mierda. Nada más que decir.

viernes, 19 de diciembre de 2008

El transporte urbano en Europa

Queridos amiwitos y amiwitas, si hasta ahora estaba hablando de cosas que me gustaban mucho de Alemania, hoy no voy a ser menos y voy a hablar de algo que encuentro fascinante: el transporte urbano.

Como muchos sabréis, en España, y más concretamente en Teruel o en Zaragoza, que son los dos sitios donde más tiempo he residido en mi vida, por lo general hay una especie de euforia o de manía con respecto a usar el coche, de hecho hay gente que necesita el coche para ir a comprar pan, irse de farra o cualquier cosa (sexo incluido). De hecho, utilizar el coche en un sitio como Teruel es una chorrada como la copa de un pino, o al menos así opino (y sin haberlo pensado, me ha salido un pareado).

Ni que decir cabe que en la estupidez de sociedad capitalista imperante hoy día, donde el coche es el producto estrella, éste se percibe como un símbolo de riqueza, avance social (en el sentido de 'clase', no de 'sociedad' como tal), de tal manera que muchos padres les compran a sus hijos coches que no pueden pagar 'para que liguen más', gente con sueldos de poco más de mil euros se compran BMWs y Audi A3 con los que se hipotecan durante lustros, etc.

Para variar, en Alemania, y me consta que en el centro de Europa la situación es bastante similar, aquí nada tiene que ver con España. Por el centro de las ciudades conviven pacíficamente bicicletas, motocicletas, coches, tranvías y metros.....¡y no pasa nada! Es decir, si por una casualidad todos tienen que ir por el mismo sitio, se respetan y van con tranquilidad....aun cuando no hay límite de velocidad. A mí, ciclo-punk convencido, no podéis imaginar cuanto me 'pone' esta situación, aunque echo un poco de menos el picarme con los taxistas por las calzadas de Zaragoza, adelantar a macarras en sus Hyundais Coupé, etc.

También la relación con respecto a las bicis cambia muchísimo y, si en España solemos estar vistos como unos 'apestados del funk', donde si vas por la acera lento, te increpan diciéndote que te vayas a la calzada, si no es peor (a una amiga hace poco un anciano le desplegó su garrote haciendo que se fuera al suelo, bici incluida), así como los conductores te dicen que vayas por la acera, que tan lento no se puede ir, eso si no te llaman 'loco', 'insensato' o algo con respecto a mi amada progenitora, a la que desde aquí mando un fuerte beso y un saludo. Me habían dicho que las bicicletas en Alemania se usan mucho, pero chacho, esto es pa' verlo: carril bici a ambos lados del carril , aparcamientos por doquier, la posibilidad de meter la bicicleta en cualquier tren con preferencia (esto quiere decir que si no te ceden el paso, puedes mirarles realmente mal y quedarte muy tranquilo, muy probablemente te pedirán perdón al momento), y, lo que me parece más curioso, si por un casual rozan tu bici en el metro y se manchan, son ellos los que te piden perdón, por haberla movido de donde debía estar. De todos modos, sobre las bicicletas crearé un post en un futuro -esperemos- no muy lejano.

Otra cosa genial es que hay tranvía en prácticamente todas las ciudades de Alemania, que, al igual que el turismo, es un gran invento: rápido, limpio, eficaz y sobre todo óptimo cuando las ciudades tienen las calles bien anchas, si no, es tontería (p.e. en Zaragoza). Esto se debe a la bendita reconstrucción urbana que hubo tras la II Guerra Mundial (de la que también hablaré en otro post). Lo curioso con respecto al tranvía es que, al igual que pasa en Valencia, no hace falta pagar antes de subir al tren en cuestión, y la diferencia es que hay máquinas expendedoras de billetes dentro de cada vagón. ¿Qué es lo que pasaría en España? (o que es lo que hacen muchos españoles que hay aquí) Pues lo mismo que pasa en Valencia: que no paga ni cristo. Pues bueno, aquí paga todo el mundo, sean abuelicas, padres de familia, jóvenes quinquilleros -los pocos que se ven- etc. De todos modos esto no me afecta, dado que al estar estudiando en la universidad tengo transporte gratuito en tren y autobús en aproximadamente unos 100km a la redonda. Para más inri, recientemente me enteré que con mi carnet universitario puedo llevar, a partir de las siete de la tarde, un visitante sin que tenga que pagar billete. Como podéis ver, otro mundo.

Quizás os preguntéis, pero allí qué, ¿no hay atascos, o qué narices pasa? Pues, sinceramente, sí, hay atascos, pero jamás, repito, jamás, en el centro de las ciudades (al menos, en Colonia). Hay atascos en el extrarradio, de camino y de vuelta de los polígonos industriales y fábricas, a las horas punta de entrada y salida del trabajo, y poca cosa más.

Sin más particular, me despido por hoy, que son las 15:30 y todavía no he comido. Besos por doquier.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Sobre la imposibilidad de perder nada en Europa

Hola infieles lector=s, siento mucho haberos privado de ésta mi literatura (tirada de moco ombligolog mode on/)durante casi tres semanas, pero la vida en Europa muchas veces es más ajetreada de lo que debiera. Hoy os voy a hablar de otra cosa más que me fascina de este país: es muy complicado perder las cosas, por despistada que una persona sea.

Esto es especialmente bello para almas despistadas como yo (no voy a contaros todas las cosas que he perdido -me han robado-, que para eso ya hay otro blog: perdedorentrelosperdedores.blogspot.com ) que perdemos cosas sin parar, léase carteras, teléfonos móviles y pingos de mil tipos distintos.

Tan sólo os diré que, por increiblemente raro que pueda parecer, aquí la gente se esfuerza en devolver las cosas, porque es lo que ven cívicamente correcto, y muchas veces hasta casi te sale a cuenta perder lo que sea, porque conoces gente. Varios ejemplos que hay de cosas perdidas: un amigo perdió su móvil, para darse cuenta más tarde que estaba en el taxi en el que habíamos ido antes. El taxista se recorrió la ciudad para devolver el móvil...y no cobró la carrera LOL

Una amiga perdió su teléfono móvil dos fines de semana consecutivos, uno para darse cuenta de que estaba en el bar donde había pasado la noche, y alguien había dejado el móvil en la barra para devolvérselo a su dueño (iguaaaaaal pasa en Eshpaña xD). Aun así, fue incluso mejor la segunda pérdida: su móvil lo había encontrado un chico que monta fiestas de drum and bass y jungle -cosa que le encanta a mi amiga- y ya que quedaron para devolver el teléfono, el chico la añadió a la newsletter de su web, y estamos informados al momento de toda fiestaca que merezca la pena en Colonia, con sus respectivas entradas más baratas, etc etc etc. A esta misma amiga, una vez se le cayó el monedero en el metro, y una viejecita de unos 70 años la siguió corriendo a su ritmo durante unos 10 metros para decirle que algo se le había caído....

Como no podía ser menos, yo también estoy a mi ritmo de móvil perdido cada tres meses, bueno, este más que perderlo se quedó secuestrado en un bar porque hice una especie de 'simpa', que no era un 'simpa', pero bueno, de este suceso hablaré en otra entrada del blog. Dejémoslo en que me lo devolvieron, de muy buenas maneras además, y me dijeron que vuelva por el bar cuando quiera (no comment); por último, anoche me dejé en uno de los bares más punk de Colonia un bolso más o menos grandecico, de marca Eastpak, muy codiciada por aquí, con tooooooodos mis apuntes y fotocopias de reprografía, y... ¡sorpresa! todavía seguía allí, ante lo que le he tenido que decir al dueño del bar, muy aliviado 'Deutschland gefällt mir sehr sehr gut', que sería algo así como 'Alemania me gusta muchísimo'.

Bueno, dicho todo esto, me despido, que se me nublan ya las ideas. Si me viene algo a la cabeza, ya editaré el post, que para algo es mi blog. Un besito para ellas, un abrazo para ellos JLFM

domingo, 30 de noviembre de 2008

La educación universitaria en Europa

Saludos infieles lectores, y fricazos en general:

Hoy me dispongo a hablar no ya del sistema educativo en general en Europa, y más concretamente en Alemania, ya que no llevo el tiempo necesario aquí, ni tengo información suficiente de primera mano como para poder juzgarlo, sino de la educación en la universidad, y más concretamente, en lo que atañe a mi carrera, Filología Inglesa -aquí llamada 'Englische Philologie' o 'Anglistik'.

La primera diferencia fundamental es la estructura de las carreras en sí. Como muchos sabéis, hasta que entre el vigor el famoso 'Plan Bolonia', las carreras en España tienen una duración de tres años si son diplomaturas, o de cuatro o cinco (excepto Medicina, que son seis) si son licenciaturas. En mi caso, Filología Inglesa en la Universidad de Zaragoza, tiene un plan de cinco cursos, que deberían corresponderse con un mínimo de cinco años de estudio. Teóricamente, podrían llegar a ser menos, aunque no conozco ningún caso en el cual alguien haya terminado una carrera en menos tiempo del establecido. Por contra, conozco multitud de casos en los cuales se tarda más tiempo del supuestamente estipulado para terminar la carrera (sin ir más lejos, servidor).

En Alemania, en cambio, las carreras están estructuradas en asignaturas, que tienen un determinado número de puntos o 'Punkte' (nuestros 'créditos'), y las carreras tienen un número concreto de 'Punkte' que debe ser aprobado para obtener el título en cuestión. Hasta aquí, todo es exactamente igual que en España. La principal diferencia es que aquí no hay un tope máximo de asignaturas a realizar por año, de tal manera que es posible -y de hecho bastante frecuente- acabar una licenciatura en Alemania en tan sólo seis semestres (tres años, y así os ahorro las cuentas xD).

Evidentemente, esta circunstancia tiene cosas buenas y cosas malas. Por un lado, licenciados con tan solo veinte o veintiún años pueden incorporarse al mercado laboral sin mayor problema, o incluso ser profesores de un instituto de enseñanza secundaria a los veintidós. De todos modos, esto no es muy frecuente, dado que muchos alemanes deciden hacer lo equivalente a una FP española antes de comenzar la universidad, razón por la cual se ve a gente bastante 'mayor' (tengo veinticinco años, y en España suelo ser el post-adolescente más viejo de clase; aquí, sin embargo, hay bastante gente mayor que yo, incluso en las supuestas asignaturas de primer curso). Además, se presupone una cierta madurez al alumnado, dado que éste puede distribuirse la carga lectiva según le sea más conveniente.

Por otro lado, esta celeridad y prisa en acabar la carrera, provoca directamente un estrés en el alumnado que no creo que sea deseable en absoluto (maldita costumbre de la tierra del sol, el intentar no estresarnos nunca en absoluto), haciendo que la carga lectiva por semana sea bastante grande. Para haceros una idea, yo estoy matriculado de un curso entero (sesenta créditos) en España, para los cuales deberé asistir, entre los dos semestres, a unas dieciocho o veinte horas por semana entre los dos semestres; Una compañera de clase me contó recientemente que ella solamente durante este semestre tiene veinticuatro horas semanales de asistencia obligatoria, y que una conocida suya tiene hasta...¡treintaycuatro! Suponiendo que haga el mismo número de asignaturas en el segundo semestre, esa conocida suya sacaría más de tres cursos españoles en tan sólo doce meses. Eso sí es eficacia. Todo ello sin mencionar la falta de vida social derivada de una carga lectiva tan grande, junto con los 'Hausarbeit', que explicaré más tarde.

Pero no sólo en la duración de las carreras se diferencian España y el resto de Europa. También lo hacen en la manera de evaluación. Por lo que respecta a España, la asistencia es, básicamente, altamente recomendable, pero no obligatoria, siendo las clases de tipo magistral, y haciendo en la mayoría de las ocasiones un examen obligatorio al final del cuatrimestre, con la posibilidad de aprobar este examen en dos convocatorias distintas. Otros profesores (los menos) profieren a sus clases un supuesto halo de educación práctica, añadiendo a la nota del examen diversos trabajos, optativos u obligatorios, mandados a lo largo del curso.

Como en tantos otros asuntos, aquí todo es prácticamente al revés. La asistencia es obligatoria, y un número de faltas sin justificación real mayor a dos conlleva inevitablemente la expulsión del/a estudiante de la asignatura en cuestión (cosa bastante chocante cuando se está acostumbrado al sistema español). Esto también ocurre en otros países, como en Inglaterra (tal y como mis amistades en Newcastle me confirmaron recientemente). Las clases, aunque dirigidas por el profesor, tienen un alto componente de participación por parte del alumnado, con frecuentes presentaciones orales en clase, debates guiados o debates literarios improvisados de cualquier tipo. La meta de este sistema es que nadie se quede con dudas, en caso que las tenga. Exactamente igual que en España, donde mucha gente te mira mal tras levantar la mano cuando el profesor pregunta '¿alguna duda?'. No es frecuente el uso de exámenes, tal y como lo conocemos en España (de cinco asignaturas, voy a tener que realizar un solo examen, el cual ya nos ha dicho el profesor que nadie nunca antes lo ha suspendido); sí que es más frecuente el pedir un 'Hausarbeit' (alemán para 'homework', o 'deberes'/'trabajo para casa') o 'Essay' (término que me parece mucho más acertado), consistente en un escrito de entre doce y veinte páginas, relativo a alguna parte del temario. Para dicho 'Hausarbeit', se da una cantidad de tiempo entre semestres más que importante (más de dos meses); esto es decir, que desde principios de febrero hasta mediados de abril, por ejemplo, no hay clases, y todo lo que un estudiante debe hacer en ese periodo es preparar sus escritos. Lo mismo se aplica en los meses de verano (lo cual ya no suena tan atractivo, ¿verdad?). Lo más destacable de esta evaluación es que no hay una segunda oportunidad en el mismo año: si el 'Hausarbeit' está aprobado, obtienes los 'Punkte', y si no, te tienes que matricular al año siguiente.

También es destacable que haya muchos profesores de los llamados 'invitados', que por lo general, suelen ser jóvenes, nativos (en este caso de un país de habla inglesa), y sobre todo no están tan apoltronados como la inmensa mayoría de sus colegas en España.


Si os lo habéis leído del tirón, prometo invitaros a una cerveza algún día. Ya sé que este post es un pelín coñazo, pero ¿qué cojones esperáis? estoy en Alemania, y no es un país superhipermegadivertido. Un saludo a todo el mundo.

P.D. Os daría todavía más la chapa, pero estoy hasta la polla ya de escribir. Dicho queda. Un besito para ellas, un abrazo para ellos.

jueves, 27 de noviembre de 2008

La vida sin ordenador

Así es, mis fieles e infieles seguidores, hoy aprovecharé para hacer la primera digresión* en este mi blog, y apartándome un poco de la temática oficial del blog, que es la vida en Europa, y principalmente en Alemania, os hablaré de un suceso que me ha acontecido durante los últimos días: quedarme sin ordenador. No os echéis las manos a la cabeza, en verdad se puede hacer, y sin ningún problema. Todo ocurrió cuando el cable AC se rompió, el domingo, y tuve que pedir otro por Internet que hasta hoy, no ha llegado. Seguramente os preguntaréis, ¿qué cojones ha hecho este fricazo sin su maldito ordenador? Pues he aprovechado para hacer absolutamente todo lo que no había hecho hasta ahora en Colonia, como barrer y fregar mi cuarto, pegar unos cuantos pósters que tenía comprados desde hace ya un tiempo, currarme unos mensajitos para recordar a mis compañer=s de piso que deben reciclar un poquito más, y leer POR VICIO. Efectivamente, mis fieles visitantes, no leer las cosas que me mandan para clase, sino enfrentarme, antes de dormir, a un libro alemán que tenía también comprado desde hacía ya un tiempo, 'Der Baader Meinhof Komplex', tratado bastante interesante sobre lo que fue el RAF** en Alemania. Por cierto, leer un libro en alemán es bastante complicado, jejeje.

Pero, como nada es perfecto, esta misma mañana he recibido el cablecito AC de marras, y por desgracia, mi cuarto -sobre todo mi mesa- vuelve a parecer una pequeña leonera. Como dijo Enjuto, espero que esto me haga apreciar las cosas importantes de la vida, hasta el punto que estoy pensando seriamente en racionarme el ordenador y restringir su uso a un cierto número de horas diarias. No todo se resume a estar viciado a miles de series americanas como Prison Break, Lost y compañía. ¡¡Salid de vuestro agujero internautas, y dedicaros a ver mundo, leñe!!

La próxima entrada ya será para volver a comentaros como es la vida en Europa, con ordenador o sin él. Un saludo.


* http://es.wikipedia.org/wiki/Digresi%C3%B3n

http://en.wikipedia.org/wiki/Digression

** http://es.wikipedia.org/wiki/Fracci%C3%B3n_del_Ej%C3%A9rcito_Rojo

http://en.wikipedia.org/wiki/Red_Army_Faction

http://it.wikipedia.org/wiki/Rote_Armee_Fraktion

http://ca.wikipedia.org/wiki/Fracci%C3%B3_de_l%27Ex%C3%A8rcit_Roig

http://de.wikipedia.org/wiki/Rote_Armee_Fraktion

http://fr.wikipedia.org/wiki/Fraction_arm%C3%A9e_rouge


P.D: Suerte tenéis que el artículo no esté en Esperanto (quizás cuando tenga tiempo lo traduciré yo mismo), porque si no, pensaba clavároslo igual.


Un saludo desde el Polo Norte.

viernes, 21 de noviembre de 2008

El porqué del nombre de este blog

Saludos, mis fieles visitantes (ninguno, por ahora xD); los que me conocéis bien ya sabréis perfectamente por donde van los tiros, pero para los profanos, o los visitantes que acaben aquí fruto del 'efecto Menéame' (cosa que espero que no ocurra, ya que me petaréis el servidor, y seguro que me suben por algo que no es bueno en absoluto), os diré que se debe a que desde hace dos escasos meses, estoy viviendo en Colonia, al oeste de Alemania, en el mismo centro de Europa, y aquí las cosas son muy diferentes a mi tierra natal, España. Los que me conocen bien saben que la imagen que tengo de España, como país, no es demasiado positiva, aunque se tiene un nivel de vida increible, sobre todo gracias al buen tiempo, la bastante permisiva legislación, y el arte de su gente.

Mucho más interesante, al menos a priori, me parece este nuevo paradero, del que mucho se habla pero no demasiado se sabe, y al que os voy a intentar acercar un poquito vía este blog. Aparte de todas las cosas que escriba sobre Alemania en general y Colonia en particular, es más que posible que aproveche para escribir sobre andanzas, diferencias culturales, anécdotas y demás algarabías.

Bienvenidos a Europa.

Bienvenidos a otro maldito blog mas

Así es, amigos, amigas, familiares y demás habitantes de la blogosfera: finalmente he sucumbido a mi reticencia de abrirme un blog, y visto que estoy en una situación bastante interesante y nueva para mí, como es vivir en Alemania (de momento, gracias a una beca Erasmus, después ya veremos), he decidido poner a disposición de mi no vasto y no basto público mis andanzas por estos lares. Como es evidente, no creo que más de diez personas visiten este blog, pero es una cosa que me la trae bastante al viento. Si quisiera buscar fama, ya saldría por la tele (ironic mode on/). Y además, es más rápido que escribir un e-mail a todas mis amistades contando cada chorrada que me pasa por aquí, de tal manera que SÍ, me abro un maldito egolog, ombligolog o como lo queráis llamar. Disfrutadlo, si podéis, y si no, pues no me pongáis mucho a caldo jejejejejeje.

Besicos de alguien que os quiere.

P.D. Que me haya abierto un blog no significa que vaya a retractarme de diversas cosas que ya he dicho antes. O sea, no me pienso comprar unas gafas de pasta. Dicho queda.