Saludos infieles lectores, y fricazos en general:
Hoy me dispongo a hablar no ya del sistema educativo en general en Europa, y más concretamente en Alemania, ya que no llevo el tiempo necesario aquí, ni tengo información suficiente de primera mano como para poder juzgarlo, sino de la educación en la universidad, y más concretamente, en lo que atañe a mi carrera, Filología Inglesa -aquí llamada 'Englische Philologie' o 'Anglistik'.
La primera diferencia fundamental es la estructura de las carreras en sí. Como muchos sabéis, hasta que entre el vigor el famoso 'Plan Bolonia', las carreras en España tienen una duración de tres años si son diplomaturas, o de cuatro o cinco (excepto Medicina, que son seis) si son licenciaturas. En mi caso, Filología Inglesa en la Universidad de Zaragoza, tiene un plan de cinco cursos, que deberían corresponderse con un mínimo de cinco años de estudio. Teóricamente, podrían llegar a ser menos, aunque no conozco ningún caso en el cual alguien haya terminado una carrera en menos tiempo del establecido. Por contra, conozco multitud de casos en los cuales se tarda más tiempo del supuestamente estipulado para terminar la carrera (sin ir más lejos, servidor).
En Alemania, en cambio, las carreras están estructuradas en asignaturas, que tienen un determinado número de puntos o 'Punkte' (nuestros 'créditos'), y las carreras tienen un número concreto de 'Punkte' que debe ser aprobado para obtener el título en cuestión. Hasta aquí, todo es exactamente igual que en España. La principal diferencia es que aquí no hay un tope máximo de asignaturas a realizar por año, de tal manera que es posible -y de hecho bastante frecuente- acabar una licenciatura en Alemania en tan sólo seis semestres (tres años, y así os ahorro las cuentas xD).
Evidentemente, esta circunstancia tiene cosas buenas y cosas malas. Por un lado, licenciados con tan solo veinte o veintiún años pueden incorporarse al mercado laboral sin mayor problema, o incluso ser profesores de un instituto de enseñanza secundaria a los veintidós. De todos modos, esto no es muy frecuente, dado que muchos alemanes deciden hacer lo equivalente a una FP española antes de comenzar la universidad, razón por la cual se ve a gente bastante 'mayor' (tengo veinticinco años, y en España suelo ser el post-adolescente más viejo de clase; aquí, sin embargo, hay bastante gente mayor que yo, incluso en las supuestas asignaturas de primer curso). Además, se presupone una cierta madurez al alumnado, dado que éste puede distribuirse la carga lectiva según le sea más conveniente.
Por otro lado, esta celeridad y prisa en acabar la carrera, provoca directamente un estrés en el alumnado que no creo que sea deseable en absoluto (maldita costumbre de la tierra del sol, el intentar no estresarnos nunca en absoluto), haciendo que la carga lectiva por semana sea bastante grande. Para haceros una idea, yo estoy matriculado de un curso entero (sesenta créditos) en España, para los cuales deberé asistir, entre los dos semestres, a unas dieciocho o veinte horas por semana
entre los dos semestres; Una compañera de clase me contó recientemente que ella
solamente durante este semestre tiene veinticuatro horas semanales de asistencia obligatoria, y que una conocida suya tiene hasta...¡treintaycuatro! Suponiendo que haga el mismo número de asignaturas en el segundo semestre, esa conocida suya sacaría más de tres cursos españoles en tan sólo doce meses. Eso sí es eficacia. Todo ello sin mencionar la falta de vida social derivada de una carga lectiva tan grande, junto con los 'Hausarbeit', que explicaré más tarde.
Pero no sólo en la duración de las carreras se diferencian España y el resto de Europa. También lo hacen en la manera de evaluación. Por lo que respecta a España, la asistencia es, básicamente, altamente recomendable, pero no obligatoria, siendo las clases de tipo magistral, y haciendo en la mayoría de las ocasiones un examen obligatorio al final del cuatrimestre, con la posibilidad de aprobar este examen en dos convocatorias distintas. Otros profesores (los menos) profieren a sus clases un supuesto halo de educación práctica, añadiendo a la nota del examen diversos trabajos, optativos u obligatorios, mandados a lo largo del curso.
Como en tantos otros asuntos, aquí todo es prácticamente al revés. La asistencia es obligatoria, y un número de faltas sin justificación real mayor a dos conlleva inevitablemente la expulsión del/a estudiante de la asignatura en cuestión (cosa bastante chocante cuando se está acostumbrado al sistema español). Esto también ocurre en otros países, como en Inglaterra (tal y como mis amistades en Newcastle me confirmaron recientemente). Las clases, aunque dirigidas por el profesor, tienen un alto componente de participación por parte del alumnado, con frecuentes presentaciones orales en clase, debates guiados o debates literarios improvisados de cualquier tipo. La meta de este sistema es que nadie se quede con dudas, en caso que las tenga. Exactamente igual que en España, donde mucha gente te mira mal tras levantar la mano cuando el profesor pregunta '¿alguna duda?'. No es frecuente el uso de exámenes, tal y como lo conocemos en España (de cinco asignaturas, voy a tener que realizar un solo examen, el cual ya nos ha dicho el profesor que nadie nunca antes lo ha suspendido); sí que es más frecuente el pedir un 'Hausarbeit' (alemán para 'homework', o 'deberes'/'trabajo para casa') o 'Essay' (término que me parece mucho más acertado), consistente en un escrito de entre doce y veinte páginas, relativo a alguna parte del temario. Para dicho 'Hausarbeit', se da una cantidad de tiempo entre semestres más que importante (más de dos meses); esto es decir, que desde principios de febrero hasta mediados de abril, por ejemplo, no hay clases, y todo lo que un estudiante debe hacer en ese periodo es preparar sus escritos. Lo mismo se aplica en los meses de verano (lo cual ya no suena tan atractivo, ¿verdad?). Lo más destacable de esta evaluación es que no hay una segunda oportunidad en el mismo año: si el 'Hausarbeit' está aprobado, obtienes los 'Punkte', y si no, te tienes que matricular al año siguiente.
También es destacable que haya muchos profesores de los llamados 'invitados', que por lo general, suelen ser jóvenes, nativos (en este caso de un país de habla inglesa), y sobre todo no están tan apoltronados como la inmensa mayoría de sus colegas en España.
Si os lo habéis leído del tirón, prometo invitaros a una cerveza algún día. Ya sé que este post es un pelín coñazo, pero ¿qué cojones esperáis? estoy en Alemania, y no es un país superhipermegadivertido. Un saludo a todo el mundo.
P.D. Os daría todavía más la chapa, pero estoy hasta la polla ya de escribir. Dicho queda. Un besito para ellas, un abrazo para ellos.